Viví de espaldas y tuve humo y cenizas.
Sueños en ruinas y soledad despeñada.
Piedras grises al alba
mi piel abrasan.
Te daré lo que no tuve: tacto, luz, estío.
Volveré de las ruinas y de los huesos
a ser aquel que fuí,
un hombre en llamas cantando al alba
por su honor y su templanza.
(Olvera - Sierra de Cádiz, mayo 1998) |