Tormenta

(Rincón de la Victoria - Málaga, marzo 2012)

Ya lo dijo Onetti: dejemos hablar

al viento.
Porque dice lo que nadie escucha.
Porque puede ser sombra en tu regazo,
o alegría negra de estío
que me lleve hasta tus manos,
puro velo de tacto.
Condúceme tormenta
hasta su piel de arena negra
y así bajo su manto,
seré el torbellino que se anuncia.
Inminentes sus caricias
vienen al filo de mis labios.
Porque así bajo la tormenta
siento tus ojos:
poesía de fuego
en el mar de la desesperación.