La máscara te diferencia pero ahora somos todos máscaras.
La misma. La blanca inexpresiva
bajo la que late, brutal, el corazón desamparado.
La pupila agrietada de los sueños rotos.
Ellos o nosotros.
Somos todos una máscara que pide dignidad.
Ya no hay engaño ni olvido.
No somos una jauría de borregos,
sino conciencias de la mano.
El infinito dura hasta mañana. Se acabó.
Hoy no queda tiempo.
Somos cada vez más máscaras mascando la tragedia.
Hartazgo y desidia.
Ellos o nosotros.
La misma. La blanca inexpresiva
bajo la que late, brutal, el corazón desamparado.
La pupila agrietada de los sueños rotos.
Ellos o nosotros.
Somos todos una máscara que pide dignidad.
Ya no hay engaño ni olvido.
No somos una jauría de borregos,
sino conciencias de la mano.
El infinito dura hasta mañana. Se acabó.
Hoy no queda tiempo.
Somos cada vez más máscaras mascando la tragedia.
Hartazgo y desidia.
Ellos o nosotros.
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